COORDINADORA
Catedrática de Psicología Evolutiva y de la Educación, ha sido coordinadora del Máster Oficial de Mediación e Intervención Familiar de la Universidad de Sevilla e imparte docencia en otros 3 másteres oficiales, así como en el programa de Doctorado de la Facultad de Psicología. Actualmente es la Directora de la Unidad de Psicología Aplicada (UPA) de la Universidad de Sevilla, responsable de la atención psicológica que se presta a toda la comunidad universitaria.
Su trayectoria investigadora ha estado centrada en el ámbito de la intervención familiar, específicamente, en el diseño, implementación y evaluación de programas de formación y apoyo para familias desde el enfoque de la parentalidad positiva. En torno a esta temática lleva más de dos décadas dirigiendo un grupo de investigación especializado y referente en el estudio e intervención en contextos familiares en situación de riesgo psicosocial. Además de llevar a cabo proyectos de investigación básica, su actividad investigadora se ha caracterizado por su carácter aplicado y por estar especialmente enfocada a la transferencia de conocimientos con alto impacto social. En el ámbito de la transferencia, su actividad se ha centrado en el asesoramiento institucional y la formación de profesionales. Es socia fundadora y Presidenta de la Asociación para el Estudios y Apoyo a las Familias (ESAFAM) y es miembro desde sus inicios del Grupo de expertos en materia de Parentalidad Positiva que asesora al Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social y a la Federación Española de Municipios y Provincias.
Las dificultades asociadas al ejercicio de la parentalidad en la actualidad han contribuido a que tanto el marco legislativo como los planteamientos teóricos destaquen la necesidad de poner en marcha actuaciones para promover las competencias parentales necesarias para facilitar un funcionamiento familiar que garantice el bienestar infantil.
Por ello, las actuaciones de intervención y apoyo familiar se han incrementado y evolucionado mucho en las últimas décadas, siendo muchos los sectores y administraciones públicas que cuentan en la actualidad con servicios de infancia y familia que incluyen actuaciones de apoyo familiar desde el enfoque de la Parentalidad Positiva y de promoción del bienestar de niños, niñas y adolescentes.
Estas actuaciones son muy variadas y difieren, fundamentalmente, en función del nivel de prevención, los destinatarios, la modalidad de intervención y los sectores o entidades responsables de su implementación.
Solo en algunos casos, estas intervenciones se llevan a cabo mediante programas sistematizados y validados empíricamente.
En este sentido, aunque el incremento de estos recursos es un avance significativo, el reto actual es garantizar que las actuaciones que se ponen en marcha incorporen prácticas y programas basados en evidencias que cumplan con los estándares de calidad en las fases de diseño, implementación y evaluación de las intervenciones.
En este marco, las comunicaciones de este simposio presentan cuatro experiencias desarrolladas en España que muestran la incorporación de buenas prácticas basadas en la evidencia en programas y recursos de atención y apoyo familiar.